Manifestación del 9 de febrero del 2008

Ha sido un día jovial, en familia, numerosos niños invadían la calle reservada a vehículos para compartir con sus padres un derecho, el de poder conciliar su vida familiar con la laboral, pese a quien le pese, sobre todo a ciertos sindicatos, fueron cerca de 5.000 según unas fuentes, el caso es que para ser un día casi festivo, hubo mucha gente, familias completas, daba gusto ver a los condutores saludar a las esposas de sus compañeros, a los niños de unos jugando con las niñas de los otros, y todos al son de la misma canción, dos días, dos días, para papá, dos días para mamá...
Algunos el sueño les llegó antes del final y terminaron rendidos en manos de sus conductores, daba gusto verlos en sus hombros, silbando con ayuda de sus silbatos, un día festivo, un día para recordar, en el futuro estas páginas servirán de referencia, por ellos, estos días los recordarán, para los míos lo mejor del día, lo peor, las serenatas,
Señor alcalde, señor alcalde, le va a votar su pu..a madre, en niños pequeños que no saben quien es el alcalde ni su buena madre, una lástima, pero el impotente se lo ha buscado, su canción no la olvidan.